martes, 29 de diciembre de 2015

Así es Madrid y...los madrileños.

Así es Madrid, los madrileños y los que vienen de visita y se quedan para siempre. Nosotros decimos, "De Madrid al cielo" y es la pura verdad. No queda aquí la cosa pues muchos de los que vienen, se quedan y se hacen tan fenómenos como todos nosotros.
Digo esto porque algunos como el Padre Ángel que no es madrileño de nacimiento pero si de acogida, pues de su tierra natal tuvo que salir corriendo... pero bueno eso es otro tema.
Os voy a contar a los que no estáis en Madrid como fue la cena de Nochebuena para 200 "si techo", organizada por Mensajeros de la Paz, que como todos sabéis esta ONG la ha fundado El Padre Ángel.

Techo, trabajo y ternura.
 Esas son las tres T de las que habla el Papa Francisco, recordaba la Nochebuena el padre Ángel, tras la "preciosa y emocionante" cena  organizada, nada más y nada menos, que en el Palacio de Cibeles para 200 personas sin hogar.
La parroquia de San Antón donde dicho sacerdote es el párroco y tiene las puertas abiertas las 24 horas del día y la noche, para que todo el que quiera ir por lo menos no duerma a la intemperie, los que allí se refugian, disfrutaron de una cena de Nochebuena como cualquier ser humano se merece, sobre todo, porque fue en compañía.
Aquí colaboró el Ayuntamiento de Madrid, regido por la alcaldesa doña Manuela Carmena, que aunque yo no la he votado, ni es santo de mi devoción, reconozco que hizo algo muy bueno, acompañar a las 200 personas por lo menos un rato, antes de marcharse a su casa a celebrar tan señalada noche con los suyos. Unos momentos antes les dijo:
 Y deseo: "Navidades Felices, mucha felicidad para todos y, en este día, paz. Paz en todo, en lo cotidiano, en lo pequeño y en el mundo"

También quiso compartir unos minutos con estas 200 personas sin hogar el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro. Me atrevo a decir que se emocionó, le faltaban lágrimas para llorar. El padre Ángel le echó un capote al decir que, el arzobispo sabe bien que los pobres son uno de los tesoros de la iglesia.

La solidaridad se pudo medir por toneladas ya que la empresa de "catering" se encargó de servir el menú que se componía de : Sopa de marisco; langostinos dos salsas como primer plato. De segundo a elegir, entre Paletilla de cordero con patatas panadera o Dorada al horno. De postre, flan con nata y dulces navideños, no faltaron ni el turrón ni el mazapán ni los polvorones.

Fraternidad y apoyo también por parte de los taxistas madrileños. Desde su asociación se ocuparon, gratis, de llevar a los "sin techo" hasta el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento, como todos sabemos, donde, además de las viandas y los regalos, les esperaban una mesas engalanadas a base de lujo y mimo.
Algunos taxistas, con la mayor naturalidad del mundo, se bajaban de su coche para abrir la puerta a los invitados a la cena. Les esperaba una alfombra roja y una noche inolvidable.
Después, muchos acompañaron al padre Ángel hasta la iglesia de San Antón para asistir a la Misa del Gallo.

No por carecer de casa, trabajo y quizá de familia carecen de cultura, no. Unos días antes de la Navidad el actor estadounidense Richard Gere, que actualmente está en España, quiso conocer al padre Ángel, pues como ya sabemos él es muy espiritual y amigo intimo del Dalai Lama, pues bien, al llegar a la iglesia de San Antón para hacer su visita, todos los "sin techo" que allí estaban recogidos le reconocieron, como es natural muchos de ellos fueron a saludarle y se entendieron perfectamente en ingles.
Eso demuestra que no eran analfabetos, solo tienen mala suerte.
Dios quiera que pronto se les solucione la vida, que encuentren un trabajo y puedan vivir con dignidad.

¡¡QUE TODOS, TODOS, TENGAÍS UN FELIZ AÑO NUEVO!!

lunes, 21 de diciembre de 2015

Un cuento Navideño

Siempre tenemos que estar alerta por lo que pueda pasar. Debemos hacer lo que nos enseñaron, o sea, ayudar al pobre que lo necesite. No vale esa frase tan oída..."Se lo gastan en vino", que se lo gasten en lo que quieran pues el vinito también está muy rico y nos anima y, si no tienes casa, comida ni familia, pues viene muy bien un vasito de vino. Porque luego, esa es otra, Los que dicen eso les dan 20 céntimos y...una botella de vino vale...mucho dinerito.
Hoy iba yo en el tren de cercanías hacia el centro de Madrid, o sea, a la Puerta del Sol. Entra un joven en dicho tren pidiendo ayuda. Lo mismo le daba comida, leche o fruta. Los que iban cerca de mi han empezado a decir si sería verdad, si era para tabaco o...Yo les he dicho."- Quizá sea para comprar pan". He sacado una moneda y al llegar a mi, le he dicho: Toma, para el pan de hoy. Todo el mundo se ha callado. Yo he pensado: "Y si es Jesús y tiene hambre? Me ha venido a la memoria este cuento navideño que ya conté en otro momento, pero es tan bonito que he pensado que a lo mejor alguno de mis nuevos seguidores no lo sabe, ahí va:

Un aldeano ruso muy devoto constantemente pedía en sus oraciones que Jesús viniese a visitarlo en su humilde cabaña.
La víspera de Navidad soñó que el Señor se le aparecía. Cuando por la mañana se levantó comenzó a poner la casa en orden para recibir al huésped tan esperado.
Una violenta tempestad de granizo y nieve sucedía allá fuera. El aldeano continuaba con los quehaceres domésticos, cuidando también de la sopa de repollo, que era su plato predilecto.
De vez en cuando él observaba la calle, siempre a la espera...Transcurrido algún tiempo el aldeano vio que alguien se aproximaba caminando con dificultad en medio de la tormenta de nieve.
Era un pobre vendedor ambulante, que llevaba a sus espaldas un fardo bastante pesado.Compadecido, salió de la casa y fue al encuentro del vendedor. Lo llevó a la cabaña, puso su ropa a secar al calor de la chimenea y repartió con él la sopa de repollo. Solo lo dejo ir, luego de ver que él ya había recobrado las fuerzas para continuar la jornada.
Mirando de nuevo a través del vidrio, vio una mujer en la calle cubierta de nieve. Fue a buscarla y la abrigó en la cabaña. Hizo que se sentase cerca de la chimenea, le dio de comer, la arropó en su propia capa...No la dejó partir hasta que no recobro fuerzas para seguir la caminata. La noche comenzaba a caer...Y nada de Jesús¡¡¡
Ya casi sin esperanzas, el aldeano fue hasta la ventana y examinó la calle cubierta de nieve.
Distinguió un niño y percibió que estaba perdido y casi congelado de frío...Salió una vez más, levantó al niño y lo llevó a la cabaña. Le dio de comer y no tardó mucho en verlo dormido al calor de la chimenea.
Cansado y desolado, el aldeano se sentó y terminó por adormecerse junto al fuego. Pero de repente, una luz radiante, que no provenía de la chimenea, iluminó todo¡¡ Delante del pobre aldeano, surgió risueño El Señor, envuelto en una túnica blanca¡
-Ah¡ Señor¡ Te esperé todo el día y no apareciste, se lamentó el aldeano...Jesús le respondió:
"-Ya por tres veces, hoy, visité tu cabaña:
El vendedor ambulante que socorriste, calentaste y diste de comer...era Yo¡
La pobre mujer, a quien diste la capa...era Yo¡
Y ese niño que salvaste de la tempestad, también era Yo..."
El bien que a cada uno de ellos le hiciste, a mi mismo me lo hiciste ¡"

Yo como creyente que soy, siempre pienso en las palabras que dijo Jesús:

"Siempre estaré con vosotros" Por eso mismo, cuando veo que alguien necesita ayuda...Si puedo se la presto, porque pienso...Y si es Jesús...No sería nada raro, Él, siempre está entre nosotros.

¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!

lunes, 14 de diciembre de 2015

La Navidad de unos policías

Este articulo lo publique en Diciembre de 2012, algunos que me seguís lo recordaréis, pero dadas las circunstancias de lo ocurrido en Kabul, creo que no van a ser las navidades igual que fueron entonces. No solo para estos dos policías que se han quedado en el camino, como les ha ocurrido a muchos, si no para los de antes, para los actuales y para los que vendrán después. Todos ellos se merecen nuestro reconocimiento.

 Esto fue lo que ocurrió un día de Nochebuena:

La noche era fría, los vehículos "Z" salían a patrullar y su luz destacaba entre las sombras como salvaguardando la noche. La primera llamada de esa Nochebuena hizo que todos se miraran con esos ojos de cuando la cosa es más seria que la llamada de turno. "Vehículo 200", dijo la voz de la emisora, al compañero que había compartido con ellos tantas noches de tensión, sueño, aburrimiento y fatiga.
-Urgentemente diríjase a la calle Marina y entrevístese con una niña que nos ha llamado. Está muy nerviosa y no hemos podido sacar nada en claro. "Recibido" fue la lacónica contestación producto de la tensión.
Todos los vehículos "Z" a modo de respuesta pisaron el acelerador a fondo dirigiéndose prestos al lugar de la incidencia. Cuando llegaron a la dirección indicada, se bajaron del vehículo radiopatrulla con la preocupación pintada en el rostro. No era normal ni bueno que una niña pequeña llamara al 091. Los cansados ojos del oficial de policía fueron los primeros que divisaron a la niña pequeña sentada en el escalón del portal.
-Hola pequeña, ¿has llamado a la policía? Dijo cariñosamente el más joven. -Si señor, dijo sollozando la niña, que no contaría más de seis años. -Es Clara, se ha quedado en el parque sola y mi mamá dice que hoy helará seguro, tengo miedo por ella. -¿Clara?, ¿Es una amiga tuya?, ¿Un familiar? Preguntó el policía. -Clara es...Clara.  Es mi mejor amiga. A ver pequeña, dime: ¿Cuántos años tiene tu amiga Clara? ¿Cómo va vestida? -No lo se...Creo que tiene tres años...la niña comenzó a llorar.
-A ver ¿Dónde vives? ¿Podemos hablar con tu mamá?, vivo ahí mismo, pero ustedes tienen que encontrar a Clara, o se morirá de frío. Mi mamá dice que ustedes pueden solucionarlo todo.
Los policías se miraron. Había que hablar con la madre, el tema era demasiado serio.
-Pequeña primero hablaremos con tu madre y no te preocupes que encontraremos a Clara. La niña les señaló la puerta de su casa. Al abrirse una mujer de mediana edad, vestida para la fiesta a medias, con traje de noche, delantal y zapatillas, les miró asustada. -Señora buenas noches -dijo el oficial- ¿Es esta su hija?.
-Pero Éster ¿Qué hacías fuera de casa ? -Mami, es Clara. Se quedó en el parque y si nieva se va a morir de frío...ellos pueden encontrarla.
La mujer entre compungida y avergonzada cogió la mano de la niña y explicó a los policías.
-Lo siento agentes, no se como pedirles perdón. Clara es la muñeca favorita de mi hija, se ha debido quedar en el parque y ya le he explicado que mañana iremos a buscarla.
Un sonrisa de comprensión se dibujó en el rostro, hasta ahora tenso, de los agentes.
-No se preocupe señora lo entendemos, no hace falta que se disculpe.
-Por Dios, ni siquiera me di cuenta que la niña salió de casa...Con las cosas tan importantes que ustedes tienen que hacer...no se como disculparme.
-No hay nada que disculpar señora...¡Feliz Navidad!
Cuando salieron al exterior ambos se miraron y sonrieron. Esa sonrisa no desapareció cuando el Oficial, ya dentro del vehículo, comunicó  a la Sala del 091 que no había novedad.
A las once y media de la noche, la joven madre buscaba entre su numerosa familia a Éster para acostarla. Le sorprendió verla con una sonrisa en la boca, ya que había estado toda la noche callada...pero lo que más le sorprendió...es ver como acunaba entre sus frágiles brazos a...Clara.
-Éster, ¿Dónde has encontrado a Clara? ¿No la habías perdido en el parque? La niña miró sonriente a su madre: -Tenías razón mamá. Esos señores han logrado encontrarla, me la han traído ahora mismo. La madre corriendo se acercó a la ventana y lo único que alcanzó a ver es como un uniforme azul se subía en el coche patrulla y este con las luces de emergencia encendidas salió disparado...  Dios sabe donde.
¡FELIZ NAVIDAD AGENTES! Susurró, sonriendo notó como una lágrima rodaba por sus mejillas.- Dios les bendiga.

Esta historia se publicó en la Academia del Cuerpo de Policía de Ávila donde se forman los jóvenes cuando aprueban la oposición.

lunes, 7 de diciembre de 2015

La Virgen de los Alfileritos

Esta es una leyenda como otras tantas que hay en lo largo y ancho de nuestro mundo, no por ello deja de ser bonita de leer y después te queda un agradable modo de pensar. Ya sea verdad o simplemente imaginario, el caso es que yo he recopilado tres versiones a cual más linda y me propongo contarlas:
Me ha gustado principalmente esta:
En tiempos en que no hemos estado muy boyantes económicamente, resulta que un grupo de amiguitas que salía todos los domingos a misa, entre ellas había una, como ocurre siempre, que tenía menos ducados que uno que se está bañando, pues bien. Cuando pasaban el cepillo para las limosnas, todo el que podía o quería echaba una moneda. La niña de nuestra leyenda vio con pesar que sus amiguitas echaban algo a dicho cepillo, pero ella no tenía ni un maravedí, entonces no se le ocurrió más que echar lo único que tenía. Se quito unos alfileritos que le sujetaban su pañoleta y los echó, que visto por sus compañeras, se rieron del gran recurso que aportaba haciendo sacar los colores a  la pobre niña.
Mas aquella humilde limosna ofrecida con tan buena fe, dio con el tiempo y desde aquel día, los más felices resultados que podían esperarse.
Ya sabemos que en épocas pasadas la iglesia vivía de las limosnas, y ahora casi también, pues bien, se extendió la costumbre de echar alfileritos al cepillo.
 Como es de esperar, hubo alguien que dejó caer, que los alfileritos eran de la Virgen y empezaron a subastarse, que siempre se los llevaba algunas piadosas mujeres que acudían a tan curiosa subasta.
La fiesta desde entonces y la imagen de Nuestra Señora que se encontraba en una hornacina que aún hoy existe, fue conocida como. "La Virgen de los Alfileritos".

La otra leyenda cuenta que:
En un obrador de encajes que había en la Plaza de Zocodover, allá por los tiempos que reinaba  Felipe V, trabajaba una linda oficiala bordadora llamada María Sánchez, quien tenía por costumbre detenerse, al volver de su trabajo, ante la hornacina de la Virgen en calle del refugio.
Un día se tropezó con la punta de un alfiler que estaba mal colocado en la almohadilla del encaje de bolillos en que trabajaba, causándole un profundo rasguño en la mano. El rasguño fortuito produjo a la joven una infección con hinchazón en la mano que le impedía ir al trabajo durante días. Durante todo este tiempo, la joven rezó ante la venerada imagen. Una vez restablecida, con la intervención del cirujano, ofreció a la Virgen el alfiler causante del daño.
Mientras, con contenida emoción, la joven María, arrojaba al interior de la capillita, el malhadado alfiler, no advirtió que presenciaba tan fervoroso acto un hidalgo distinguido y apuesto, quien en días sucesivos, la esperaba en el mismo sitio,  asistiendo extrañado a tales actos.
Finalmente, el hidalgo, prendado de la belleza de María, claro después de contarle todo lo ocurrido y además vencer todos los obstáculos que les ponía la familia del galán, por no ser de misma clase, los dos enamorados...se casaron.
El hecho fue tan sonado en la ciudad, que todas las chicas casaderas cogieron la costumbre de llevar los alfileres a la Virgen.

Otra leyenda dice:
Una joven que sufría porque su amor estaba en los tercios de Flandes, iba todos los días a rezar ante la imagen de la Virgen a pedirle que volviera pronto el que le había prometido matrimonio. Tal era su desesperación que se pasaba las noches rezando ante la hornacina donde se encontraba la Virgen.
Una de esas noches temiendo ser vencida por el cansancio, pidió a la mujer que la acompañaba que sin contemplaciones la pinchara con el alfiler para no caer dormida. Una vez despierta, introducía el alfiler por entre los barrotes de la reja, dejándolo allí a modo de ofrenda...
Un buen día, el novio regresó de las indias, o donde estuviese,  y se casaron. Comenzando otras jóvenes desde entonces a hacer lo mismo.

Estas historias las he reducido un poco, espero haberlo hecho bien y os enteréis de las leyendas.

Las tres son muy bonitas. Tengo que confesar que he ido infinidad de veces a Toledo y no he pasado por dicha calle. Después de leer estas bonitas leyendas, historias o como queramos llamarlas, le he dicho a mi hijo que cuando vamos a Toledo, él muy complaciente me ha dicho que cuando quiera.
Como es soltero, le he contado estas leyendas y le he dicho que ya tengo el acerico preparado lleno de alfileres para pedirle una novia a la Virgen...Me ha mirado muy serio y me ha dicho.
-No vamos...

¿¡Que hago yo ahora con tantos "bonis"!?