lunes, 29 de septiembre de 2014

Atraco Imperfecto


Estábamos contentos porque habían detenido al famoso violador de Ciudad Lineal que ya había extendido sus actos al barrio de San Blas, Canillejas y Coslada donde dio un buen susto a mi vecinita y gracias a ella le han localizado después de muchos meses pisándole los talones la policía de todos estos barrios.
Pues bien, dice el refrán que no gana uno para sustos y es verdad.
El sábado cuando me dirigía a la estación, para coger el metro o el tren de cercanías, ya que los dos medios de locomoción están juntos, y a mi me daba igual uno que otro, pues me dirigía a un Centro Comercial a ver si encontraba algo de ropa de temporada, pues aunque me hago mi ropa, cada vez tengo menos ganas de coser, probarme yo sola, sacar la máquina de coser que tiene la cabeza escondida, en fin, que me he vuelto un poco vaga.
Entre mi casa y la estación hay una distancia de cinco minutos caminando. Algunos momentos está muy concurrido el camino, otros no tanto. Iba yo tan contenta cuando al llegar a un recodo...me sale un  muchacho, se me pone delante y me dice...la verdad es que no se lo que me dijo, solo vi que me estaba apuntando con un estilete de lo menos 25 cm.
Como me imaginé que lo que quería era dinero, saqué el monedero donde llevaba un billete de diez euros y pocas monedas, también llevaba el carnet de identidad.
Como una tonta abrí el monedero y le invité  que cogiera lo que quisiera. Yo seguía portándome como una imbécil y le dije: -No me quites el documento de identidad por favor...me hizo caso, no me quitó el DNI, pero arrampló con todo el dinero que había en mi lindo monedero.
Salió corriendo porque vio a otra persona a la cual asaltó lo mismo que a mi.
Yo salí, no digo corriendo, porque ya no puedo correr, pero llegué a casa, como se suele decir, en un  periquete.
Los nervios hicieron que entrara en casa dando voces y casi llorando. Lógicamente, mi hijo se asustó al verme. Llamamos a la policía, me hicieron varias preguntas de como era el sujeto. Era muy fácil de describirle, pues era de estatura más bien baja, delgado, pelo largo, barba...total también sería fácil identificarle.
Yo ya no quería ni salir de casa, los policías muy amables me dijeron que no tuviera ningún temor que ese ya no estaba en Coslada.
Yo me quedé en casa, pero no me libré de la regañina de mi niño, pues un rato antes me había dicho que el me llevaba y no quise. No quise porque no me gusta ir en coche, mejor dicho, me mareo, por lo tanto voy menor en el metro o en el tren.
Cuando digo lo del "atraco imperfecto" lo digo porque, además de ladrón fue un poco tonto.
Yo llevaba en un bolsito camuflado, de los que tienen los bolsos de las señoras, un billete de cincuenta euros, no es que fuese mucho pues pensaba pagar las compras con tarjeta, pero el asaltador de ancianitas indefensas, no se imaginó que pudiera llevar más dinerito que el del monedero.
Aunque no lo creáis he estado sin ganas de escribir, ni de comer, ni ver la tele...solo tenía sueño, cosa que me ha venido muy bien, mientras dormía, no sentía.
Hoy ya me siento mejor.

lunes, 22 de septiembre de 2014

El Violinista Victorioso

No me extraña que saliera Victorioso tratándose de quién se trata...Paganini.
Espero que lo lea mi nieta que también toca el violín, por si alguna vez se encuentra en tales circunstancias que salga airosa como lo hizo su colega Paganini.
Yo no he llegado a conocer a tal genio, aunque me hubiera gustado ya que es el instrumento que más me gusta escuchar, si he oído a mi nieta y creo que lo hace muy bien, quizá algún día, llegue a ser una virtuosa.
No me demoro más y paso a contar esta bonita historia del maestro Paganini.

En una época no muy lejana, vivió un violinista llamado Paganini. Muchos creían que era un artista sobrenatural y que tenía un don especial para el violín.
Una noche, tras recibir una ovación delirante, empezó a tocar. Lo que siguió fue indescriptible, porque todas las notas que nacían del movimiento de sus dedos dibujaban una melodía maravillosa y perfecta en el aire.
De repente, un sonido extraño acabó con el encantamiento: se había roto una cuerda del violín. El director y la orquesta se detuvieron y el público dejó de respirar. El interprete siguió tocando como si nada hubiera ocurrido y todo recuperó la normalidad. Pero, otro ruido hizo enmudecer a la sala. A Paganini se le había partido otra cuerda. Sin embargo, continuó con la pieza, sacando deliciosos sonidos del instrumento.
En medio del concierto, una tercera cuerda saltó por los aires. El director se quedó pálido y Paganini, como un contorsionista musical, arrancó todos los sonidos posibles de la única cuerda que le quedaba.
Espectadores y músicos se pusieron en pie y empezaron a gritar, aplaudirle e, incluso a llorar de emoción.
Aquella noche, Paganini alcanzó la gloria y el mayor de los triunfos, porque a lo largo de su vida había aprendido que la victoria es el arte de continuar donde todos resuelven parar.

Espero que ni a mi nieta ni a ningún violinista se le rompa nunca una cuerda. Creo que Paganini... solo hubo uno...

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Noche de teatro

Anoche fui al teatro. Estrenaba Arturo Fernández la obra " Enfrentados ". Mi hijo sabiendo que me gusta, me dijo el sábado: -Prepárate que el martes vamos al teatro. Conociéndome me vuelve a decir:
No te vallas a "empingorotar", la gente ahora no se arregla como en tus tiempos. Yo mismo vengo a buscarte, me ducho y me cambio de ropa, me pongo un vaquero y listo.
 Me echo las manos a la cabeza y le digo:¿Te vas a presentar en el teatro con unos vaqueros rotos y una camiseta con Mario Bross en el pecho?
Yo el ayer me fui a la peluquería, me pusieron mechas, me tiñeron las cejas, me las depilaron, me dejaron una melena preciosa. Después de esto, me dijo la peluquera:-Mira hija, nosotros no podemos hacer nada más para mejorarte...Penita me dio.
A eso de mediodía, me llama mi hijo y dice que coja un taxi, que el me espera en la puerta del teatro por falta de tiempo. Me pongo muy contenta pues con  la ropa de trabajo está muy elegante y guapo.
Por fin nos reunimos. Como tenemos tiempo suficiente entramos en un restaurante en el mismo edificio que el teatro para cenar. Cenamos tranquilamente y cuando salimos, vemos que está lloviendo y con un viento terrible...Brrr mi melena, pienso yo. Aunque había poca distancia, quieras que no la humedad hizo su efecto.
En el vestíbulo habían colocado eso que ahora llaman "El foto col", allí estaban haciendo las consabidas fotografías a todos los famosos que llegaban, que eran muchos.
Vi a la Condesa de Romanones, a Juncal Rivero que es altísima y muy bella, a José Manuel Parada, Nieves Herrero, también muy guapa. No voy a contar a todos los que fueron pues la lista es interminable.
Lo que si me emocionó muchísimo es cuando vi aparecer al Padre Ángel. Yo ya no quería ver a nadie más, ni mirar a ver quien llegaba, no, esperé a que llegara al vestíbulo, mi hijo preparado y le pedí si quería hacerse una foto conmigo...me echó la mano por el hombro, yo le cogí por la cintura y aquí veis el testimonio de tan bien como me sentí desde ese momento.


Ya no me interesaba los famosos, yo ya tenía bastante con haber estado abrazada a un Santo, porque el Padre Ángel lo es. Se que todos los que leáis esta entrada le conocéis pues es conocido en el mundo entero y...yo...pobre de mí...le he abrazado.
Quizá diréis,  ¿por que un cura en el teatro?, pues bien, la obra se trata de un sacerdote mayor enfrentado a un seminarista joven. Tocan el tema de la homosexualidad, la riqueza de unos, la pobreza de otros. El joven ataca a las señoras que llevamos abrigos de pieles y que nos teñimos el pelo...todo ello te hace reír algunas veces y emocionarte otras.
Al final, todo el teatro que estaba lleno, puestos en pie estuvimos aplaudiendo varios minutos.
De que lo pasé muy bien no hay ninguna duda.
También ya que hago la crónica diré que, las señoras y los caballeros de mi edad íbamos todos muy guapos y bien vestidos, los menos jóvenes iba a su aire. Mi hijo como le tocó ir con ropa de "trabajo" también estaba muy acorde con la ocasión.



viernes, 12 de septiembre de 2014

Madreros

La primera vez que oí esta palabra fue hace muchos años, la dijo una prima hermana mía que acababa de romper con su novio, al preguntarle yo cual había sido el motivo, me contestó:- Era un madrero. Después me contó los motivos y las dos reímos, claro está, después de que mi prima echara unas lagrimitas. No mucho tiempo después conoció al que hoy es su marido, un buen hombre que la ama y la tiene como a un a reina.
Hace unos días  he vuelto a escuchar la palabra madrero, de labios de una amiga de la parroquia. No me he reído, pues la cosa no tiene gracia...¿O sí ?
Me contó un poco de su vida y me dio la razón cuando le dije que yo pensaba y sigo pensando que, cuando una mujer le dice a su novio que está embarazada...casi siempre corre .(Salvo raras excepciones).
María, (nombre ficticio) tenía por entonces 30 años, su novio, 27.
Cuando le dijo que estaba embarazada no es que saliera corriendo como muchos hacen, no, es que le dijo que él no se atrevía a decírselo a su madre.
Como este "angelito" solo tenía 27 años tenía miedo a su "mamá", por supuesto que le dijo mil y una manera de deshacerse del bebé, el muy sinvergüenza.
La chica, claro está, aunque ya era una mujer hecha y derecha tenía temor ante su familia y...así fueron pasando los meses...
La familia de María tampoco se lo tomó muy bien, le dijeron de todo, menos bonita...tuvo que salir de su casa.
La dio cobijo la madre de una amiga y compañera de trabajo...nació el bebé, un hermoso varón, como dicen las novelas, sano y robusto, pues pesó 4 kilos.
Entonces no había eso que llaman ahora "baja maternal" y la muchacha tras pasar los días estipulados después del parto comenzó a trabajar de nuevo. Trabajó y trabajó, no podía echar horas extras, pues su trabajo era en una oficina de unos grandes almacenes y se fichaba a la entrada y a la salida, pero encontró otro empleo extra  que le permitía trabajar sábados, domingos y festivos. (En un restaurante).
Con la ayuda de la familia de su amiga, no en poco tiempo claro está, pasaron unos años, cuando el niño empezó a ir a la escuela con cuatro años, nuestra buena amiga María ya tenía un pisito en alquiler. Como es lógico siguió trabajando, el niño estudiando y el muy zángano de su padre, dando la lata y con miedo de que no se enterara su "mamá".
Nos podemos hacer una idea lo que pasó esta mujer hasta que vio a su hijo hecho un hombre, terminados sus estudios, buscando trabajo...lo encontró.
Conozco a este hombre, pues algunas veces acompaña a su madre a la iglesia. Además de ser muy atractivo es todo un caballero y para alegría de todos los que leáis esta entrada, os digo que es Director de una gran Multinacional, que tiene que viajar por todo el mundo acompañado siempre por un par de secretarios y que tiene a su madre con chale propio, puesto a su nombre, con un sin fin de comodidades y...ella sigue siendo una mujer sencilla. Su hijo...siempre nos saluda como si fuese un chico del barrio, sencillo como su madre. Del zángano del padre hace años que no saben nada, ni quieren saber.
Esto parece un folletón, pero es la pura verdad...Ah, las que podáis huir del hombre madrero, hacerlo.
Yo pienso que se escudan detrás de la madre pero lo que son es...tontos y débiles.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Una familia con burro

Vamos a empezar la semana siendo buenos, amables y no criticando a nadie como les pasó a esta familia del cuento de hoy:

Había una vez un matrimonio, con un hijo de 12 años y un burro, que se pusieron a viajar para conocer mundo. Al llegar al primer pueblo, la gente murmuró:
- Mira ese chico...Él subido al burro y sus padres, caminando.
 La mujer dijo entonces al marido:
-No dejemos que hablen mal del chico, ve tu en el burro.
 Al pasar por otra aldea, alguien comentó:
-Vaya sinvergüenza. Este tipo deja que su esposa y su hijo tiren del asno mientras él va muy cómodo sobre el animal.
Al escuchar aquello, decidieron que sería la mujer quien iría a lomos del burro. Y, de nuevo, le llovieron las críticas:
-Pobre hombre...Después de trabajar todo el día, tiene que llevar a su esposa en el burro mientras el y su hijo van caminando...Entonces decidieron subirse los tres en el asno y siguieron con su peregrinaje.
Al llegar al siguiente pueblo, aldea o lo que fuese, los tacharon de maltratadores de animales.
Muy afectados, decidieron ir los tres andando.
Pronto se quedaron de piedra al oír:
-Que idiotas, van caminando cuando tienen un burro que podía llevarlos.
Al final, entendieron que, hicieran lo que hicieran, siempre habría alguien que les criticaría, juzgaría y hablaría mal de ellos.
Y es que por mucho que te esfuerces, no puedes gustar a todo el mundo. así que vive como creas que has de hacerlo y sigue siempre los dictados de tu corazón...que por algo lo tenemos, digo yo.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Burocracia

 Hoy vamos con la burocracia.
Quizá yo la llamaría "Burro-cracia" pues a veces la dichosa Burocracia o los que la practican son...Burro-craticos.
Pido perdón de antemano por si alguien se ofende, claro que me tiene sin cuidado..."El que se pica, ajos come". Este refrán lo decía mi madre mucho, yo lo digo ahora.
Os voy a contar en que me baso:
Esto que cuento es tan verdad como que hay Dios. También digo que, soy católica practicante y confirmada, ahí queda eso. Pero respeto a otras religiones y más si creen en el mismo Dios que yo, que es el caso de la Iglesia  Evangélica.
Cuando terminó el curso escolar y los escolares no podían comer en los colegios, un Pastor de la Iglesia Evangélica de las que son feligreses los vecinos que viven encima de mi casa, decidió con el beneplácito de algunas señoras de su Iglesia, hacer comidas los meses de julio y agosto para los niños que se quedaban sin comedor ( feligreses suyos,, claro está), pues bien, varias señoras entre ellas mi vecina, se prestaron voluntarias para cocinar, pues tienen unas magnificas instalaciones. Yo las he visto, pues me invitaron a unos bautizos y tuve ocasión de ver el salón del culto y en los pisos de arriba estaban, las aulas para charlas, para catequesis y un salón estupendo donde nos invitaron a una magnifica merienda. También tienen una cocina muy espaciosa con buenos fogones, microondas, frigorífico y todo lo que se necesita en la cocina.
Creo que eran 35 o 40 niños los que se apuntaron, bien porque sus padres trabajaban o bien porque sus padres no tenían trabajo. Hasta aquí, todo bien.
El Pastor, lo primero que hace es ir al Ayuntamiento de Madrid para pedir permiso, licencia o lo que sea que le permita dar de comer a varios niños.
Aquí entra la burocracia...le deniegan el permiso...No le dejan cocinar.
¿Qué querían que les diera pan con chocolate?
El Pastor evangélico no se amilana. Decide que si no le dejan cocinar en su casa para, como dice el Evangelio, "Dar de comer al hambriento", encargará la comida a un catering y sus niños comerán caliente y bien rico, todos los días de estos meses de verano.
Las señoras que se habían prestado voluntarias para cocinar, deciden que. irán todos los días a servir la comida de los niños, pues los hay muy pequeñitos y necesitan ayuda para comer.
Y, hay tenemos a las señoras voluntarias, entre las que se encuentra mi vecina y con el Pastor a la cabeza, que, todos los días, de 12 de la mañana hasta las tres de la tarde han estado, dando de comer, recogiendo y limpiando los utensilios usados, ayudando a los niños y, ¿Por qué no? haciendo una oración en acción de gracias.
Estás señoras también tienen mucho mérito, pues han tenido que coger trenes y autobuses todos los días con una temperatura de más de 35 grados. Para ellas también vaya mi reconocimiento.
Habréis notado que siempre que menciono al Pastor lo hago con mayúscula...porque se lo merece, si señor, es un Pastor, como otro que hubo hace mas de 2.000 años, que no olvidamos y que no olvidaremos jamás.
Al Pastor evangélico no lo conozco personalmente, quizá lo haga un día de estos, pero desde aquí, aunque no lea mi blog, digo:
QUE DIOS LE BENDIGA.