viernes, 29 de julio de 2011

yo "indignada"

Hoy iba yo tan contenta con mi amiga Piluca, después de vernos en la Basílica de Medinaceli. Ibámos por el Paseo del Prado hacia un restaurante, pues como ha estado en la playa el día de mi cumpleaños, hoy la he invitado a comer.
Habiámos dejado atras la glorieta de Neptuno, caminábamos las dos juntitas charlando, pues teníamos muchas cosas que contarnos, cuando al llegar al Ministerio de Sanidad,(en el mismo paseo) vemos que en el mismo hay un cartelón tan grande como una valla plublicitaria en la cual estaban pintados tres hombres, yo enseguida he pensado,> tres hombres, Ministerio de Sanidad, seguro que son algunos médicos famosos< !Ja¡, no creáis que estaban, Ramón y Cajál, o Gregorio Marañón, o Severo Ochoa, no, no, no. Los que estaban en aquella valla tan grande que cubría toda la parte alta del Ministerio, eran...Tres M... Jesús Vazquez, Boris Izaguirre y otro de su...clase, famoso por ser de las filas del Psoe y que no me acuerdo como se llama.
¿No es para indignarse? Ahora comprendo más a los indignados del 15 M.¿ Si a mí me ha dado rabia ver a esos tres...donde debían de estar ilustres doctores como los que he mencionado más arriba, que no sentirán esas personas que se definen como indignados reclamando justicia laboral?
Lo pongo para que se enteren todos los que lean esto y lo cuenten a sus amigos. Esto está ocurriendo en Madrid (España)
A Piluca y a mi, nos ha dado rabia y hemos seguido comentando el tema hasta que hemos encontrado el restaurante. Menos mal que a los postres, mi amiga me ha hecho unos regalitos de cumpleaños dignos de su buen gusto. Uno ha sido una crema para ver si me pongo tan guapa como ella. Cuando he metido el tarro en mi cuarto de baño, lo he mejorado, pues yo no uso cre mas de tanta categoría. Otro a han sido unos candelabros de cristal con forma de gatito, que es el animal de la suerte de los cáncer que es mi horóscopo, (4-7).
Ya un poco más animadas, hemos decidido tomar el te en la cantina de la estación de Atocha. Con el te y la cháchara...nos ha dado la hora de la merienda. Hemos tomado café y un dulce riquisimo, vamos, para no engordar. A todo esto nosotras seguíamos charlando, no nos cansábamos de darle a la lengua, hasta que me ha sonado el móvil...mi hijo...asustado, que donde estaba.
El caso es que nos hemos despedido...cuando ha llegado mi tren a Coslada, en la puerta de salida, allí estaba mi niño casi con el coche en marcha y muy contento ha abierto la puerta para que pasara. Con hijos así...da gusto.
Espero volver a verme pronto con mi amiga...hoy no hemos charlado lo suficiente...

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