miércoles, 16 de febrero de 2011

tristeza

Tristeza es lo que he sentido hoy cuando me he encontrado con una ex-compañera de trabajo.
Primero ha sido alegría de verla, nos hemos dado un besito, nos hemos abrazado, preguntado por nuestra familia, nos hemos dicho que estábamos muy guapas (las dos hemos mentido, pues ya no estamos guapas ni aunque nos fundan de nuevo).
Nos hemos visto a la salida de la Peluquería, yo salía, ella entraba. Nos hemos apartado un poco de la acera para estar más cómodas y charlar un poquito. Aunque ella es más joven que yo también está jubilada y su marido también.
Cuando le he preguntado como llevan estar los dos jubilados...se ha echado a llorar. Logicamente me intereso... va y me cuenta.
Me dice que desde que se jubiló su marido, no levanta cabeza, le han salido un montón de enfermedades, la última creo que es principio de Alzeimer. Le digo, claro está que lo siento y empieza a contarme. Atentos que la cosa no tiene desperdicio.
Por lo visto se pasa el día haciéndole la vida imposible: le esconde el teléfono movil, la tarjeta de "El Corte Ingles", el monedero, el sabado pasado, salió de casa a las dos de la tarde sin comer y vilvió a las seis...por supuesto que comido, ella la pobre que tiene un brazo en cabestrillo se tuvo que apañar comiendo pan con queso.
Yo como mujer que soy, le doy toda la razón a ella...sigue contándome:
Según ella, me dice que ayer martes tenían que ir a un medico, se levanta a las nueve de la mañana y me cuenta que olía la casa a guiso, logicamente le pregunta "al amo" que si ha cocinado algo, él le responde.- Pues sí, resulta que me he despertado a las cuatro de la mañana porque no podía dormir y me he puesto a guisar una carne en la olla expres, la he puesto y me he quedado dormido en el sofá y se ha quemado, por eso huele tan mal, pero no te preocupes la olla la tengo en agua a ver si puedo salvarla. (No dijo nada de la carne)
Según la estaba escuchando se me estaba poniendo la carne de gallina ¿y si se incendia la casa?
Solo de pensarlo me da dentera. Ahora la mujer tiene el problema de que no se lo puede contar a sus hijos pués él les tiene comido el coco y le creen a el. No se acuerdan de lo que ha luchado su madre por sacarlos adelante, y hasta tener peleas para que estudiasen (que él no quería), decía que los chicos de carpinteros y las chicas...esto tiene gracia... a vender cebollas.
Los conozco a ambos y se de que pie cogea el buen hombre. Estábamos ensimismadas en nuestra charla, cuando aparece el zangano, al verme, aparentemente le ha dado alegría, nos hemos saludado correctamente, nos hemos despedido y yo me he ido hacia mi casita, pero antes he vuelto la cabeza y los he visto andando perfectamente, él cuando están los hijos anda medio encorbado, al verle, he pensado que lo que tiene este hombre es...mucha mala leche.

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