petardos

Hay muchos petardos, y no precisamente de los que explotan en las ferias, hay otros a los que yo llamo PETARDOS con mayúsculas. Vereis, ya he puesto en mi blog varias veces el accidente que tuvieron mi amiga Piluca y su esposo en la comunidad de Valencia cerca de Cullera, (que era su destino) pues bien, por causas mecánicas a mi amigo Lorenzo se le fue el coche en el mismo momento de iniciar la salida del peaje, con tan mala fortuna que se estrelló contra uno de los pilares de entrada; el coche por el impacto se quedó empotrado en el bloque de cemento, él salió tan rápido como pudo para ayudar a su esposa que no podía salir porque la puerta estaba encajada. En la desesperación de verse pillada y sin poder salir pidió auxilio a una señora que estaba en el otro carril esperando que se levantara la barrera para pasar su coche. Piluca le hacia señas con las manos y le pedía ayuda a voces con la cara pegada al cristal, la otra señora, o lo que fuese, que precisamente Piluca aunque asustada, vio perfectamente que la estaba mirando, también ella tenía la cara pegada al cristal( quizá para no perderse detalle del accidente) no le hizo el menor caso y siguió adelante en su coche, ¿os imagináis la desesperación de Piluca? de ver que se iban y no le prestaban ninguna atención. Afortunadamente su esposo llegó enseguida, aunque a ella le pareció que había tardado horas. Rapidamente salieron los empleados del peaje, llamaron a una ambulancia, que llegó enseguida acompañados como siempre por la policía, les llevaron al hospital mi amiga tenía una fisura en el esternón sin mucha importancia, aunque sí muy dolorosa, ha estado casi un mes en reposo, su esposo pequeñas contusiones, gracias a Dios. Quizá esa señora y sus acompañantes tan hinumanos no lean esto, pero por si acaso yo desde a qui les digo..son ustedes unos PETARDOS. Y a tí guapísima un beso con todo mí cariño y en cuanto estés bien del todo, iremos a la Basílica de Jesus de Medinaceli a darle las gracias y despué de escuchar la misa...nos vamos tú y yo solitas a comer en nuestro restaurante preferido. Amen